En una sociedad donde la violencia parece estar bastante presente, muchos padres se preguntan de qué modo pueden educar a sus hijos en valores -tales como la amabilidad, la empatía y la compasión hacia los demás, entre otros-, y a partir de qué edad comienzan a adquirirlos.
A este respecto, las últimas investigaciones en el campo de la psicología del desarrollo, han encontrado que los niños son capaces de mostrar signos de empatía desde una edad muy temprana. Estos resultados ponen de relieve la necesidad de fomentar, tanto desde el contexto educativo como familiar, la conducta prosocial como un instrumento para el desarrollo de la personalidad durante la infancia y la adolescencia.
En este sentido, los padres deben actuar como modelos de empatía y de valores socio-morales positivos, alentando a sus hijos a ser amables, justos y responsables. Para ello, la APA (American Psychological Association –Asociación Americana de Psicología), propone una serie de pautas que pueden llevarse a cabo desde el ámbito familiar: