domingo, 16 de septiembre de 2012

Indefensión aprendida

            El doctor Martín Seligman, acuño el término de indefensión aprendida, para definir una conducta de falta de respuesta ante un determinado estimulo en función de consecuencias aprendidas en el pasado. Para ello dispuso una jaula con suelo electrificado donde a unos perros se les permitía una respuesta de escape de la situación aversiva  y a otros les era imposible escapar de las descargas y tenían que soportarlas, a su pesar. Al cabo de un cierto número de pruebas, ambos grupos de perros eran colocados en jaulas con posibilidad de escape. Mientras que los que habían escapado continuaban haciéndolo en estas nuevas jaulas, aquellos que habían sido condicionados en las jaulas sin escape sufrían estoicamente las descargas sin intentar evitarlas, a pesar de que podían hacerlo sin problemas; habían aprendido erróneamente que no había esperanza, que no había posibilidad de evitar los estímulos desagradables.

Este modelo animal ha servido para explicar algunos aspectos de la depresión en humanos y sobre todo la experiencia de victimización. Así, ambos están provocados por estímulos incontrolados y aversivos;  ocasionan  la generalización a otras situaciones de la incontrolabilidad futura y la conciencia de los propios déficit de conducta y establecen una creencia generalizada acerca de la inefectividad de las respuestas propias.
Para conocer cómo se puede provocar un proceso de indefensión aprendida y como puede afectar a nuestra cognición y a nuestras emociones, os aconsejo que veáis el siguiente video que muestra como en pocos minutos una profesora induce y explica clara y sencillamente este proceso psicológico.



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