martes, 21 de febrero de 2012

Aburrir en clase es un crimen

     El profesor Walter Lewin, opina que aburrir en una clase de Física es un crimen. Yo lo haría extensivo a cualquier disciplina y diría que aburrir en clase es más que un crimen: es una perversión cognitiva. Cuando pensamos en la estructura cerrada y estanca de las disciplinas académicas, en esas sillas incómodas donde el alumnado se ve obligado a permanecer inmóvil por cinco o seis horas diarias, en esa representación indirecta de la realidad que son los libros de texto que hay que memorizar, en la relación rígida entre el profesor (poseedor de la verdad y el conocimiento) y el alumno (receptor pasivo de la verdad y el conocimiento) entonces nos daremos cuenta de que es el propio sistema actual el que es propenso a  producir hastío y agresividad.
     Afortunadamente en algunos centros ya se empiezan a generar otras estructuras y otras formas de entender la enseñanza. Los buenos profesores no aburren, más bien animan, acompañan en el conocimiento e incluso, como en el caso del profesor Lewin, divierten. Esa es la forma de crear vocación por el conocimiento, por la ciencia.

ver enlace

Compártelo