¿Cómo son nuestros alumnos de ESO?
16 añitos, fiera
me creía el rey del mundo
con mi lema por bandera
lo que digan yo no escucho
No había nadie que pudiera lograr
que cambiara un poco el rumbo
con mi idea la primera
y que no agobiaran mucho
Y así fue
me revele contra todo hasta el sol
viviendo entonces una distorsión
y me enfadé con el mundo
malditos complejos que siempre sacan lo peor!
Pensé “en la fuerza estará lo mejor”
me disfrace de uno que no era yo
buscando esa firmeza
llegué a un lugar negro
pensé que eso era el valor
me creía el rey del mundo
con mi lema por bandera
lo que digan yo no escucho
No había nadie que pudiera lograr
que cambiara un poco el rumbo
con mi idea la primera
y que no agobiaran mucho
Y así fue
me revele contra todo hasta el sol
viviendo entonces una distorsión
y me enfadé con el mundo
malditos complejos que siempre sacan lo peor!
Pensé “en la fuerza estará lo mejor”
me disfrace de uno que no era yo
buscando esa firmeza
llegué a un lugar negro
pensé que eso era el valor
“16 añitos” canción de Dani Martín
La
adolescencia es un fenómeno reciente
Cuando
decimos reciente, queremos decir que la adolescencia, entendida tal y como la conocemos
actualmente, ha evolucionado y no se parece en nada a la que podíamos encontrar
en nuestro contexto sociocultural hace 40
o 50 años. De hecho, tampoco es
un realidad universal y en comunidades no occidentales (pensemos en los massais de Kenia y Tanzania, los enawene nawe o los yanomami
de la Amazonia o los kung del Kalahari, por poner algunos
ejemplos) los niños pasan al estado de guerreros, tras unos ritos iniciáticos,
sin pasar por la fase de adolescencia o al menos esta fase no es tan larga como
en nuestras sociedades del mundo occidental.
Extensión progresiva de la adolescencia
La adolescencia es considerada como una fase de preparación para la vida
adulta. Las exigencias de la vida moderna occidental son tan complejas que la
preparación debe ser compleja, extensa e intensa, al menos nominalmente. Por
otra parte, la intensa estimulación que rodea al niño actual hace que los
procesos madurativos se aceleren y así tenemos que la adolescencia puede
iniciarse en edades más tempranas y prolongarse más allá de lo que se
consideraría aceptable, en términos generales.
Este proceso de maduración personal
que culminaría en una fase de joven y adulto maduro muchas veces no culmina y
podemos encontrar personas eternamente adolescentes, a pesar de tener la edad
nominal del adulto, pero con las mismas inquietudes e intereses de los
adolescentes, lo que se ha dado en llamar la adultescencia.
Revolución tecnológica
La inmensa mayoría de nuestros alumnos, por no decir todos, manejan con
envidiable soltura los artilugios electrónicos de última generación. En
cuestión de minutos son capaces de familiarizarse con un aparato que a los
adultos nos costaría horas. Son nativos informáticos en un mundo totalmente
nuevo. A nuestros alumnos les cuesta pensar en un mundo sin teléfonos móviles,
sin ordenadores, sin televisores en alta definición o cine en 3D. A pesar de los ordenadores y las pantallas
digitales, a muchos profesores aún les cuesta la actualización diaria y
constante en las nuevas tecnologías y tenemos establecida una especie de brecha
digital intergeneracional. Queramos o no, la realidad nos obliga a ponernos las
pilas y empezar a olvidarnos de las tizas, los proyectores de diapositivas o las
copiadoras Gestetner y adoptar las nuevas tecnologías como medios didácticos.
Recuerdo una comunicación de la ex
consejera de Educación de la Junta de Andalucía Dª Cándida Martínez en la que,
con mucha razón, exponía un ejemplo comparando un médico y un maestro del siglo
XIX que volviesen a ejercer en nuestra época: mientras que el médico
posiblemente no entendería nada de las nuevas técnicas terapéuticas y de
cirugía actuales, el maestro podría adaptarse con cierta facilidad, dada la
escasa evolución que han sufrido las escuelas y las técnicas de enseñanza a lo largo
del tiempo. Ahora ya es tiempo de cambios.