martes, 13 de diciembre de 2011

Apuntes sobre la adolescencia (IV)



Infravaloración del esfuerzo.
            Hay realmente un componente loable en la búsqueda del estado del bienestar en el que están implicados todos y cada uno de los ciudadanos del mundo occidental. El problema se produce cuando este bienestar se convierte en el estado de la superabundancia, en la sociedad del hartazgo y el derroche.
            Desde el momento en que nacen nuestro niños están continuamente rodeados de cosas que obtienen per se, sin que tengan que hacer ni el más mínimo mérito para conseguirlas. Desde pequeños están imbuidos de la idea del derecho a la posesión, de no necesitar la realización de ningún tipo de sacrificio personal para conseguir lo que desean.  Los medios de comunicación, especialmente los programas basura, las series rosa, los reality shows de la televisión muestran que basta ser zafio, burdo, charlatán, maleducado, etc., para conseguir el éxito social. En este contexto es difícil persuadir a nuestros adolescentes de los beneficios del esfuerzo para el desarrollo de las competencias sociales.

lunes, 28 de noviembre de 2011

EL PROFESOR NO EDUCADOR


Acabo de leer una reseña de un profesor de la comunidad de Madrid donde relata que ante el exabrupto de un alumno impulsivo dominado por la tensión generada por los recortes de personal en el sector educativo, respondió, como no podía ser menos, con medidas educativas. La expresión del alumno fue: ¡voy a matar a Esperanza Aguirre! y el profesor reprendío severamente dicha expresión y aprovechó la ocasión para dar una lección de convivencia, civismo, moralidad y democracia.
Al día siguiente, este mismo profesor comenta que tuvo que escuchar de boca de la propia presidente de la comunidad madrileña la frase: “El Estado debe limitarse a instruir a los alumnos porque ya les educa la familia”. El profesor se planteaba que:  En vez de instruir, yo, funcionario docente del Estado, coarté la libertad de este individuo y me dediqué a educar”.
Esta forma de entender el proceso de enseñanza- aprendizaje, donde el proceso puramente transmisivo de conocimientos es lo  que realmente importa, no es exclusiva de este personaje político cuyas declaraciones socavan, muchas veces, los cimientos de la más elemental inteligencia.  Lo más siniestro del tema es cuando oímos a un profesor (yo personalmente lo he tenido que escuchar cientos de veces) decir: “Yo soy matemático y enseño matemáticas. Al niño que lo eduquen en su casa”.  Sustituyamos matemático por físico, biólogo, filósofo. etc.,  y tendremos un colectivo (afortunadamente minoritario dentro del profesorado) que no se siente educador, sino enseñante.
El profesorado que así se percibe y actúa, replica en la enseñanza obligatoria, los esquemas que imperan en la Universidad donde se formaron como especialistas en su materia, pero donde nunca les prepararon para ejercer en la educación pública que, a diferencia  de la privada, escolariza también al  alumnado que carece de las más  elementales normas de socialización y que provienen de contextos sociales deprimidos. ¿Cómo se puede decir que un alumno de 12 o 13 años que acude a un centro público de enseñanza no debe ser objeto de educación, sino sólo de instrucción?
Aparte de otras consideraciones éticas, morales o puramente profesionales habría que decir a estos profesores (y a su abanderada Esperanza Aguirre), que en la actualidad, una máquina programada de las muchas que hoy existen en el mercado realizaría el trabajo de transmisión de conocimientos mejor que cualquier profesor no educador. La XXVI Semana Monográfica de la Educación, que se ha celebrado recientemente en la sede madrileña de Fundación Santillana, se ha cerrado con una charla en la que D. Javier Nadal, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Telefónica dijo que: "La educación ha perdido el monopolio en la transmisión de conocimientos y corre el riesgo de perder toda la relevancia". Nadal opina que, por primera vez en la historia, el sistema educativo no responde a la realidad de su tiempo. "Ya no tiene sentido formar sólo en contenidos. Nuestro mundo va a cambiar tanto en los próximos 30 años que las aptitudes serán lo único que quede de su aprendizaje".
Quizás sea este un análisis excesivamente simplista y realmente creo que al profesorado le queda mucho más que trabajar las aptitudes en clase. La socialización es un proceso mucho más complejo y por ello es una tarea difícil y a la vez recompensante en la que debemos estar implicados todos.  Hasta los políticos.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Apuntes sobre la adolescencia (III)


Incorporación de la mujer al mundo del trabajo
Hasta hace relativamente poco tiempo, los roles familiares estaban claramente delimitados. El hombre es el que trabajaba fuera y la mujer atendía las tareas de la casa. Una de esas tareas era la de cuidar y educar a los niños.
La importantísima conquista social que ha supuesto la equidad de las personas, tanto hombres como mujeres en la consideración social, ha permitido que la mujer adquiera los mismos derechos que el hombre, entre ellos, el derecho al trabajo. Pero esto trae consigo el hecho de que se produce, en muchas familias, un déficit de socialización. Los hijos pasan mucho tiempo sin sus padres, a lo más son atendidos por los abuelos o acaban siendo socializados por los medios de comunicación, léase la TV, o directamente por la calle, con lo que ello implica en cuanto a riesgo de adquisición de esquemas mentales no precisamente adaptados en cuanto a la adquisición y desarrollo de valores sociales.

Alto nivel de inmigración.
            Hasta no hace mucho tiempo, los españoles eran un pueblo del que muchas personas debían marchar al extranjero, principalmente a países europeos para poder buscar su medio de vida. En la actualidad, España ha pasado a ser país receptor de emigrantes, generalmente de África del norte, Latinoamérica y Europa del Este. En algunas zonas también personas de la Europa occidental han elegido este país como lugar de residencia. Todo esto genera una riqueza cultural que, bien administrada, genera nuevas creaciones y opciones de desarrollo social, aunque, no lo podemos obviar, puede generar tensiones y falta de entendimiento entre las distintas comunidades, situación esta a la que se deben adaptar los niños y adolescentes para que se produzca una correcta socialización sin prejuicios raciales ni xenofobia.

Trivialización de las drogas y permisividad social
            Es tremendamente habitual para un adolescente actual la posibilidad de conseguir cualquier tipo de drogas. El fácil acceso al tabaco, alcohol, marihuana, cocaína, drogas de diseño, etc., es un hecho innegable que se puede producir en cualquier contexto donde se desarrolla la vida cotidiana del adolescente, sea en el instituto, en la calle, en el club social, en el deporte, etc. Grandes corporaciones con enormes beneficios económicos intentan de todas las formas posibles enganchar a nuestros adolescentes en el consumo de las llamadas drogas legales. La calle y las mafias de narcotraficantes hacen lo propio también con las ilegales. Todo ello ante la pasividad de una sociedad que, en general, trivializa y permite o, a lo más mira hacia otro lado, para no enfrentarse a la realidad. Negar lo evidente no nos va a servir de mucho. Lo importante es preparar adolescentes suficientemente maduros como para poder enfrentarse con suficientes garantías de éxito a la amenaza de las drogas. Para ello, en lugar de evitar las conversaciones sobre el tema, pretendiendo inocentemente que el desconocimiento evitaría el contacto y el peligro, tendríamos que provocar de forma cotidiana la charla, contrastar pareceres, indagar sobre los conocimientos y la actitud del adolescente sobre el tema, informar y formar de manera habitual y recurrente sobre las consecuencias presentes y futuras que conlleva el consumo de drogas.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Apuntes sobre la adolescencia (II)


Nuevas estructuras familiares.
            Hasta hace relativamente poco tiempo,  la familia extensa era la estructura general donde se desarrollaban las primeras etapas de la vida del niño. Aparte del padre y la madre, participaban los abuelos, a veces de forma directa, conviviendo diariamente con los niños bajo el mismo techo. Los tíos y parientes próximos también formaban parte del entorno socializador del niño y del adolescente.
            Más adelante, se estableció de forma  predominante  la familia nuclear, donde la base relacional se establecía casi con exclusividad sobre padre, madre e hijos, con relaciones esporádicas con el resto de elementos familiares. Los roles familiares se encontraban bien definidos.
            En la actualidad nos encontramos con una diversidad de tipos familiares que van desde la familia extensa a la nuclear y con nuevos tipos de estructuras como las monoparentales y  las parejas homosexuales. En toda la literatura científica examinada, no hemos encontrado relación alguna entre las distintas formas familiares y la conducta del niño y adolescente, sino que son las formas de socialización las que influyen decisivamente en la aparición, desarrollo y mantenimiento de los desajustes del comportamiento. Lo que si nos vamos a encontrar en el aula son distintas visiones y forma de entender las relaciones familiares y debemos estar preparados para ello.

Abandono versus sobreprotección
Aunque a primera vista parezca paradójico, ambas situaciones se pueden dar en la misma familia. Lo más aparente parece ser la sobreprotección. Los hijos de hoy en día viven en una burbuja protectora que los aísla de las inclemencias del medio ambiente; un bebé actual necesita de un auténtico arsenal de utensilios, artilugios y demás aparataje sin los cuales parece imposible que pudiesen sobrevivir. Cuando crecen van aumentando las necesidades y se educan sometidos a un sinfín de necesidades dictadas por la presión social, la moda, los diferentes contextos sociales. Al haber disminuido el número de hijos por familia, las atenciones se concentran en estos pocos y se procura ofrecer el máximo de comodidades y evitar todas las frustraciones a estos privilegiados.
 Una de las experiencias más interesantes y esclarecedoras de la actual situación de poder que se da en las familias, es observar el proceso de entrada en cualquier centro educativo de muchas ciudades de este país. Lo habitual es que se produzca un monumental colapso circulatorio en los alrededores del centro ya que, aunque la distancia al centro sea mínima, al niño hay que llevarlo motorizado, dado que el camino hacia el colegio puede estar plagado de riesgos insuperables que se soslayan dentro de este caparazón metálico móvil y protector. Los pocos que se arriesgan a afrontar tamaña aventura, como es llegar caminando al cole, suelen ir acompañados de un adulto que en bastantes casos se trata del abuelo o abuela, el cual suele acarrear el macuto, maleta o carrito del nieto en previsión, suponemos, de futuras dolencias del tierno infante.
 De esta manera, no es extraño observar una anciana, doblada por los años y el peso del macuto, junto a un mozalbete de 10 años, pletórico de salud y fuerza que salta libre a su lado instándole a que se dé prisa en llegar, dirigiéndose a ella con altanería y falta total de respeto. Es también probable que ante el requerimiento del profesorado sobre tareas, libros, apuntes o cualquier otro trabajo escolar, el estudiante proyecte su responsabilidad hacia sus parientes más próximos, diciendo que no lo trae dado que a su madre o a su abuela se le olvidó incluirlo en el maletín escolar.
Aunque estas situaciones puedan parecer anecdóticas, se dan con diversas variantes a todo lo largo del país y reflejan la situación creada ante el déficit de socialización que tienen nuestros estudiantes, tanto en las familias, como (asumamos los educadores nuestra parte de responsabilidad) en los centros educativos. No olvidemos que la educación es una tarea colectiva que concierne a familias y centros educativos, pero también, y en mayor medida de lo que querrían asumir, a ayuntamientos, entidades sociales, culturales, deportivas y medios de comunicación, por poner algunos ejemplos.
A la vez, es también posible encontrar un abandono de las responsabilidades parentales, sobretodo en la adolescencia. El educar, poner límites, significa enfrentamiento, fijar las estructuras donde se desarrolla la vida del adolescente y esa es una tarea que en muchas familias, quizás demasiadas, ha quedado relegada al olvido. Por todo ello, en nuestra hipócrita sociedad, es posible encontrar a muchas personas que se escandalizan ante un padre que le da un cachete en el trasero a un infante rebelde, cabezón y agresivo y que justifica o vuelve la vista ante la presencia de un muchacho de 14 o 15 años en un botellón, rodeado de posibilidades y ocasiones en el consumo de drogas o al borde de un coma etílico.

martes, 22 de noviembre de 2011

Notas biográficas sobre Albert Ellis

     Albert Ellis es, junto a Aaron Beck, uno de los más destacados creadores e impulsores de las terapias conductuales cognitivas. Es el creador y desarrollador de la Terapia Racional Emotiva Conductual, algunos de cuyos principios iremos presentando en el blog de forma sucesiva.
     Me he permitido presentar una traducción de las notas biográficas sobre este gran psicólogo que The Albert Ellis Institute tiene en su página web http://www.rebt.org/
     "Prácticamente no hay nada que me haya agradado más", dice Albert Ellis, "que envolverme en un buen y difícil problema." La terapia racional emotiva conductual es un directo y eficiente método de resolución de problemas, bien adaptado a la personalidad de Ellis. La confianza en sí mismo - algunos dirían incluso arrogancia - le permite hacer frente a sus clientes acerca de sus creencias y decirles lo que es racional y lo que no. El éxito de su práctica clínica, su instituto de formación, y sus libros dan testimonio de que sus métodos de trabajo funcionan para muchos y que es uno de los terapeutas más influyentes de América.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Apuntes sobre la adolescencia (I)


                                ¿Cómo son nuestros alumnos de ESO?

16 añitos, fiera
me creía el rey del mundo
con mi lema por bandera
lo que digan yo no escucho

No había nadie que pudiera lograr
que cambiara un poco el rumbo
con mi idea la primera
y que no agobiaran mucho

Y así fue
me revele contra todo hasta el sol
viviendo entonces una distorsión
y me enfadé con el mundo
malditos complejos que siempre sacan lo peor!

Pensé “en la fuerza estará lo mejor”
me disfrace de uno que no era yo
buscando esa firmeza
llegué a un lugar negro
pensé que eso era el valor
   
                                                 “16 añitos”  canción de Dani Martín
 
La adolescencia es un fenómeno reciente
            Cuando decimos reciente, queremos decir que la adolescencia, entendida tal y como la conocemos actualmente, ha evolucionado y no se parece en nada a la que podíamos encontrar en nuestro contexto sociocultural hace 40  o 50 años.  De hecho, tampoco es un realidad universal y en comunidades no occidentales (pensemos en los massais de Kenia y Tanzania, los enawene nawe  o los yanomami de la Amazonia o  los kung del Kalahari, por poner algunos ejemplos) los niños pasan al estado de guerreros, tras unos ritos iniciáticos, sin pasar por la fase de adolescencia o al menos esta fase no es tan larga como en nuestras sociedades del mundo occidental.

Extensión progresiva de la adolescencia
            La adolescencia es considerada como una fase de preparación para la vida adulta. Las exigencias de la vida moderna occidental son tan complejas que la preparación debe ser compleja, extensa e intensa, al menos nominalmente. Por otra parte, la intensa estimulación que rodea al niño actual hace que los procesos madurativos se aceleren y así tenemos que la adolescencia puede iniciarse en edades más tempranas y prolongarse más allá de lo que se consideraría aceptable, en términos generales.
            Este proceso de maduración personal que culminaría en una fase de joven y adulto maduro muchas veces no culmina y podemos encontrar personas eternamente adolescentes, a pesar de tener la edad nominal del adulto, pero con las mismas inquietudes e intereses de los adolescentes, lo que se ha dado en llamar la adultescencia.
 
Revolución tecnológica
            La inmensa mayoría de nuestros alumnos, por no decir todos, manejan con envidiable soltura los artilugios electrónicos de última generación. En cuestión de minutos son capaces de familiarizarse con un aparato que a los adultos nos costaría horas. Son nativos informáticos en un mundo totalmente nuevo. A nuestros alumnos les cuesta pensar en un mundo sin teléfonos móviles, sin ordenadores, sin televisores en alta definición o cine en 3D. A pesar de los ordenadores y las pantallas digitales, a muchos profesores aún les cuesta la actualización diaria y constante en las nuevas tecnologías y tenemos establecida una especie de brecha digital intergeneracional. Queramos o no, la realidad nos obliga a ponernos las pilas y empezar a olvidarnos de las tizas, los proyectores de diapositivas o las copiadoras Gestetner y adoptar las nuevas tecnologías como medios didácticos.
            Recuerdo una comunicación de la ex consejera de Educación de la Junta de Andalucía Dª Cándida Martínez en la que, con mucha razón, exponía un ejemplo comparando un médico y un maestro del siglo XIX que volviesen a ejercer en nuestra época: mientras que el médico posiblemente no entendería nada de las nuevas técnicas terapéuticas y de cirugía actuales, el maestro podría adaptarse con cierta facilidad, dada la escasa evolución que han sufrido las escuelas y las técnicas de enseñanza a lo largo del tiempo. Ahora ya es tiempo de cambios.

jueves, 3 de noviembre de 2011

FRAUDE CIENTÍFICO DE UN PSICÓLOGO SOCIAL

    Como en toda actividad humana, la ciencia no está exenta de pillos y sinvergüenzas. No sólo encontramos corruptos en la política o en la economía. También el mundo académico, con su necesidad consustancial de publicar a toda costa y de adquirir méritos y prestigio, se encuentra poblado por una minoría de individuos capaces de fabricar falsos datos y pseudoinvestigaciones con tal de conseguir sus fines. Muchas veces, cuando se descubre el pastel, ello implica el desprestigio de toda una comunidad científica que con sumo esfuerzo y sacrificios había alcanzado un nivel de conocimientos y teorías estableciendo un alto status para la disciplina en cuestión.
    Hace unos meses conocíamos el suceso del plagio del ministro alemán que copió su tesis de doctorado. Ahora se trata de un famoso psicólogo social holandés que había publicado en revistas de tanto prestigio como Science. Si quieres conocer más detalles pincha aquí

domingo, 16 de octubre de 2011

Las TICs y la escuela


El acceso de profesores y alumnos a las nuevas tecnologías de información y comunicación es una condición indispensable para la adecuación de nuestras instituciones y centros educativos a la época que nos ha tocado vivir. Si la escuela es un reflejo de la sociedad, y algunos creemos que puede llegar a ser una herramienta poderosa de cambio social efectivo a través del relevo generacional, todo aquello que la sociedad utiliza en su desarrollo debe tener su reflejo y eco en la escuela. Pero las máquinas por si solas no representan el cambio. Es preciso una nueva conciencia profesional, un cambio de metodología, incluso de paradigma, para poder utilizar estas nuevas técnicas con todo su poder y eficacia educativa.
En este artículo publicado en el periódico El País, Pablo Linde reflexiona  de una forma interesante sobre estos asuntos.
Ver el artículo

Compártelo